Existo, soy humano y como tal cometo errores, pero de ahí a ser un sopenco hay kilómetros señores.

Que no baile nadie.

He venido a enamorar a las chicas otra vez, a poner a los chicos furiosos, contra la pared.

Yo fui a las ciudades dormí como un vagabundo y ahora estoy frente a una mesa planeando conquistar el mundo.

Los muchachos de mi edad me miraban como a un apóstol.

Abre los ojos para ver, has de saber que sin buscar batalla en cada frase dejo un cadáver.

Tengo esta mierda de facetas desesperantes, cada nuevo reglón supera al leído dos segundos antes.

La vida me roba páginas, no te imaginas cuantas lágrimas hay en este cuaderno, desde que el diablo me echó del infierno.

Frente a un acantilado a punto de saltar estuve

y un ángel vino desde las nubes,
me dijo: es tiempo de salir con actrices y modelos;
de lios de faltas paralelos al whisky con hielo.

(Yo)

Mi nombre va de boca en boca y mi cuerpo va de bar en bar,
en busca de una loca con quien hablar
¿te apetece tomar una copa?
no me lo digas, tus amigas solo hablan de ropa,
¿te gusta el rap?
Te prometo la cosa más bella, ir a un hotel
si quieres descorchar una botella y beber champan
si prefieres ir a ver estrellas conozco un sitio,
¿que me dices?
(Ella)

Creo que tus amigos se van...
(Yo)

¡A la MIERDA!
Las muchachas ya no quieren románticos.

Son partes de canciones, que son algo más.